Teresa nos acompañó quince días bien intensos del mes de junio. Fue una gran experiencia para ella y para nosotros.
Nos sorprendió su dedicación y entrega en los días que compartió con las personas con discapacidad.
Mujer de pocas palabras pero de corazón inmenso, tan grande que una partecita quedó acá… GRACIAS
Gracias por tu disponibilidad que mostraste en todo lo que te pedimos, con el carro, en la preparación de la visita de Santa Teresita… GRACIAS por todo.
De Salamanca nos llegó Luisa como caída del cielo, nosotros que no sabíamos cómo montar el taller ocupacional y ella que era toda una experta… repartió cariño por todas partes y también lo recibió.
En septiembre nos llegó el grupo más grande de voluntarios: Carlos, Belén, Inmaculada y Maricarmen. Disfrutamos mucho y también trabajamos bastante.
Con ellos le fuimos dando más forma a todo el proyecto de discapacidad y el horizonte se aclaró bastante para saber por dónde debíamos caminar.
En septiembre tuvimos el regalo de la visita de la señora Isabel, la mamá de Pedro Jesús acompañada de Rafa que venía de Salamanca con muchas ganas de compartir y ayudar en todo lo que se pudiera y así lo hizo.
Ecuador le sirvió para abrir horizontes en la vida y a nosotros para descubrir una gran personas. GRACIAS Rafa e Isabel por compartir con nosotros.
