miércoles, 9 de septiembre de 2009

CONTIGO SEÑOR DONDE TÚ ME ENVÍES

¡Y nos mandó a Dominguillo! y nos lo pasamos muy bien. Claro que no podía ser menos al ser la comunidad de allá tan acogedora, cariñosa y solidaria.
Caminamos mucho, y con unas lomííísimas... pero no se nos hizo demasiado duro porque más nos podía la ilusión y el ánimo de llevar la Palabra de Dios a cada casa y sembrar algo de su mensaje en el seno de cada familia.
Hubo también bastantes momentos de oración y reflexión personal sobre la propia vocación, la llamada de Jesús a seguirle y lo que eso implicaba.
Estuvimos muy bien cuidados por Coty y su familia. Hemos regresado con unos cuantos kilitos de más y también con el cariño de unas hormiguitas que nos acompañaban por la noche.
La experiencia ha sido inolvidable para todos y ha despertado el espíritu misionero tanto en los jóvenes que participaron como en la comunidad.

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